¿Conoces el lugar donde está hecha esta foto?
Si tu respuesta es no –como yo hasta hace solo unos días–, quédate por aquí porque te voy a hablar de uno de los secretos mejor guardados de Burgos. Si es que sí, enhorabuena, porque es una maravilla y desde luego merece ser conocida.
Las Merindades de Burgos, al igual que Matarraña en Teruel o la Sierra de Gata en Cáceres, es de esos sitios que son sorprendentemente desconocidos para la gran mayoría. Y digo sorprendentemente porque cuando llegas y ves semejantes maravillas flipas con que nunca hayas oído hablar de estos lugares. Como dice un amigo mío, si esto estuviera en Francia sería famoso.
Así que te invito a descubrir la comarca de Las Merindades: un lugar con unos paisajes preciosos, pueblos en los que el tiempo parece haberse detenido, prados salpicados de iglesias románicas, cascadas, cuevas y senderos para todos los gustos.
Yo solo he pasado dos días en Las Merindades y, aunque han estado muy bien aprovechados, me han sabido a poco. No tengo ninguna duda de que volveré y además no tardaré mucho en hacerlo.
Te digo esto porque aquí solo vas a encontrar una pequeña muestra de todo lo que hay en la comarca, pero casi mejor así porque de este modo cuando vayas todavía te quedarán sorpresas para descubrir por ti mismo.
Las Merindades están al norte de Burgos y limitan con Cantabria y el País Vasco. No es una comarca muy grande y es muy fácil moverse en coche pero ten en cuenta que son carreteras pequeñas entre valles y moverte de un extremo a otro te puede llevar más de una hora. Así que mi consejo es que cada día te concentres en una zona diferente y aproveches para ver los pueblos y hacer alguna excursión por allí.
Frías está considerado uno de los pueblos más bonitos de España (puedes ver la lista completa aquí) y no me extraña. Llegues desde donde llegues, la imagen del pueblo recortado sobre una loma entre el castillo y la iglesia seguro que te impresiona.
Por dentro conserva perfectamente su trazado medieval de calles adoquinadas y casas de piedra con entramado de madera. La torre del Homenaje domina la ciudad desde lo alto de un peñón y resulta bastante impresionante cuando se ve desde abajo.
Me encantó el puente medieval sobre el río Ebro. Es de origen romano pero se reconstruyó varias veces durante la Edad Media, y tiene nueve arcos y una torre.
Muy cerca de Frías está el pueblo de Tobera donde hay unas cascadas y la preciosa ermita de Nuestra Señora de la Hoz, encajada en la montaña y a la que se llega cruzando un pequeño puente de origen romano.
Esta ciudad tiene un centro histórico amurallado precioso al que se llega desde la calle Mayor atravesando la Puerta de la Cadena.
En la zona más alta de la ciudad y adosada a la muralla está la Parroquia de Santa Cruz. Se llega subiendo una escalinata que da a una bonita plaza porticada. Desde aquí sale una calle con dos casas blasonadas que se abren a un mirador sobre la Plaza Mayor.
Al final del recinto amurallado se encuentra el Alcázar de los Condestables, que ahora funciona como Museo Histórico de Las Merindades. Es una inmensa mole de piedra con dos grandes torres defensivas.
Fuera del casco antigua está el Monasterio de Santa Clara. Una parte funciona como hospedería con apartamentos, pero hay otra que sigue siendo convento de clausura. Puedes comprar los dulces que hacen las monjas clarisas llamando al torno (doy fe de que las rosquillas y las hojaldrinas están buenísimas.)
Este pueblo está construido sobre un gran puente natural excavado por el Río Nela. El origen divino que se le atribuía antiguamente al puente ("puente de Dios") es el que dio nombre al pueblo.
La parte antigua es muy pequeñita y conserva la arquitectura popular donde destacan la bonita iglesia medieval y una casa palacio. En lo alto del pueblo hay un mirador desde el que hay unas vistas muy chulas.
Es una de las localidades más importantes de la zona y su origen está ligado a los monteros, el cuerpo de hidalgos que en la Edad Media custodiaba por las noches las estancias de los reyes de Castilla.
Dentro del pueblo hay una ruta que recorre los principales palacios y casonas con sus escudos heráldicos y también pasa frente a algunos ejemplos de arquitectura popular. Tengo que decir que aquí no está tan bien conservado como en otros pueblos o, mejor dicho, la parte antigua no está tan acotada y las construcciones medievales se mezclan con otras mucho más recientes y le quitan bastante encanto, la verdad.
Aún así merece una visita. Además, Espinosa de los Monteros es la puerta de entrada a Las Machorras y los montes pasiegos que separan Burgos de Cantabria.
En esta zona hay una red muy extensa de senderos y aún se pueden ver las casas de piedra tradicionales que usaban los pastores.
Si solo haces una excursión que sea a Ojo Guareña. Aquí es donde se encuentra la ermita de San Tirso y San Bernabé con la que abría esta entrada.
La ermita está excavada en la roca y comunicada con una red de túneles de más de 100 kilómetros. La visita incluye un pequeño recorrido por la cueva, pero si te quedas con ganas de más desde ahí mismo se puede visitar la Cueva Palomera con dos recorridos mucho más largos.
Cerca del aparcamiento está el sumidero del río Guareña, que es el punto donde el río se mete en la roca para excavar todos esos kilómetros de galerías subterráneas (el conjunto de ese sistema de cuevas es lo que se conoce como Ojo Guareña.)
Todo el paisaje en esa zona es precioso y hay varios senderos para recorrerlo.
Esta cascada de encuentra cerca de Puentedey, concretamente en el pueblito de Villabáscones de Bezana. El pueblo son literalmente cuatro casas, pero la iglesia es muy bonita y la plaza donde se encuentra, con su fuente de piedra, tiene muchísimo encanto.
Es un recorrido muy cortito de solo un kilómetro y medio e incluso si la cascada no lleva agua, como nos pasó a nosotras, el paseo merece mucho la pena porque atraviesa un hayedo de cuento de hadas que en otoño debe ser un espectáculo.
Esta cascada queda a las afueras de Puentedey. Llevaba poquísima agua cuando la vimos (solo caía un hilillo), pero apenas es un paseo de 300 metros desde donde se deja el coche, así que si vas a Puentedey no cuesta nada acercarse. Y con agua debe molar bastante porque se puede pasar por detrás (al menos se puede sin agua y daba la sensación de que con ella también se podría...)
Nos alojamos en la Posada Real El Prado Mayor, una antigua casa de labranza en Quintanilla del Rebollar (muy cerquita de Ojo Guareña) que ha sido rehabilitada y decorada con muchísimo mimo. Muy, muy recomendable.
Al frente está Olga, una mujer encantadora que conoce perfectamente la zona y puede recomendarte todo tipo de excursiones y visitas según lo que te apetezca hacer.
Los desayunos son fantásticos y muy completos, con mermelada y pasteles caseros, yogur y miel artesanal de la zona, fruta…
En Quintanilla no hay restaurantes (el pueblo está a tan solo 10 minutos de Espinosa de los Monteros que tiene varios entre los que elegir, y en dirección a Ojo Guareña nos recomendaron el asador Cueva Kaite) pero en la posada se puede cenar por encargo.
Las cenas son totalmente caseras y Olga cocina de lujo: nosotras cenamos las dos noches en el hotel y todo estaba buenísimo, pero recuerdo especialmente la crema de zanahoria con naranja que nos hizo el primer día (voy a ver si consigo recrearla) y las judías verdes del huerto.
Después lo mejor es tomarse el café (o una copa) en el saloncito con chimenea y preparar las excursiones del día siguiente.
En este mapa puedes encontrar las localizaciones de todos los sitios que menciono en la entrada para que te resulte mucho más fácil organizar la visita, y también puedes guardar el artículo para leerlo más tarde:
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Si tu respuesta es no –como yo hasta hace solo unos días–, quédate por aquí porque te voy a hablar de uno de los secretos mejor guardados de Burgos. Si es que sí, enhorabuena, porque es una maravilla y desde luego merece ser conocida.
Las Merindades de Burgos, al igual que Matarraña en Teruel o la Sierra de Gata en Cáceres, es de esos sitios que son sorprendentemente desconocidos para la gran mayoría. Y digo sorprendentemente porque cuando llegas y ves semejantes maravillas flipas con que nunca hayas oído hablar de estos lugares. Como dice un amigo mío, si esto estuviera en Francia sería famoso.
Así que te invito a descubrir la comarca de Las Merindades: un lugar con unos paisajes preciosos, pueblos en los que el tiempo parece haberse detenido, prados salpicados de iglesias románicas, cascadas, cuevas y senderos para todos los gustos.
Yo solo he pasado dos días en Las Merindades y, aunque han estado muy bien aprovechados, me han sabido a poco. No tengo ninguna duda de que volveré y además no tardaré mucho en hacerlo.
Te digo esto porque aquí solo vas a encontrar una pequeña muestra de todo lo que hay en la comarca, pero casi mejor así porque de este modo cuando vayas todavía te quedarán sorpresas para descubrir por ti mismo.
Las Merindades están al norte de Burgos y limitan con Cantabria y el País Vasco. No es una comarca muy grande y es muy fácil moverse en coche pero ten en cuenta que son carreteras pequeñas entre valles y moverte de un extremo a otro te puede llevar más de una hora. Así que mi consejo es que cada día te concentres en una zona diferente y aproveches para ver los pueblos y hacer alguna excursión por allí.
Los pueblos
Frías
Frías está considerado uno de los pueblos más bonitos de España (puedes ver la lista completa aquí) y no me extraña. Llegues desde donde llegues, la imagen del pueblo recortado sobre una loma entre el castillo y la iglesia seguro que te impresiona.
Por dentro conserva perfectamente su trazado medieval de calles adoquinadas y casas de piedra con entramado de madera. La torre del Homenaje domina la ciudad desde lo alto de un peñón y resulta bastante impresionante cuando se ve desde abajo.
Me encantó el puente medieval sobre el río Ebro. Es de origen romano pero se reconstruyó varias veces durante la Edad Media, y tiene nueve arcos y una torre.
Muy cerca de Frías está el pueblo de Tobera donde hay unas cascadas y la preciosa ermita de Nuestra Señora de la Hoz, encajada en la montaña y a la que se llega cruzando un pequeño puente de origen romano.
Medina de Pomar
Esta ciudad tiene un centro histórico amurallado precioso al que se llega desde la calle Mayor atravesando la Puerta de la Cadena.
En la zona más alta de la ciudad y adosada a la muralla está la Parroquia de Santa Cruz. Se llega subiendo una escalinata que da a una bonita plaza porticada. Desde aquí sale una calle con dos casas blasonadas que se abren a un mirador sobre la Plaza Mayor.
Al final del recinto amurallado se encuentra el Alcázar de los Condestables, que ahora funciona como Museo Histórico de Las Merindades. Es una inmensa mole de piedra con dos grandes torres defensivas.
Fuera del casco antigua está el Monasterio de Santa Clara. Una parte funciona como hospedería con apartamentos, pero hay otra que sigue siendo convento de clausura. Puedes comprar los dulces que hacen las monjas clarisas llamando al torno (doy fe de que las rosquillas y las hojaldrinas están buenísimas.)
Puentedey
Este pueblo está construido sobre un gran puente natural excavado por el Río Nela. El origen divino que se le atribuía antiguamente al puente ("puente de Dios") es el que dio nombre al pueblo.
La parte antigua es muy pequeñita y conserva la arquitectura popular donde destacan la bonita iglesia medieval y una casa palacio. En lo alto del pueblo hay un mirador desde el que hay unas vistas muy chulas.
Espinosa de los Monteros
Es una de las localidades más importantes de la zona y su origen está ligado a los monteros, el cuerpo de hidalgos que en la Edad Media custodiaba por las noches las estancias de los reyes de Castilla.
Dentro del pueblo hay una ruta que recorre los principales palacios y casonas con sus escudos heráldicos y también pasa frente a algunos ejemplos de arquitectura popular. Tengo que decir que aquí no está tan bien conservado como en otros pueblos o, mejor dicho, la parte antigua no está tan acotada y las construcciones medievales se mezclan con otras mucho más recientes y le quitan bastante encanto, la verdad.
Aún así merece una visita. Además, Espinosa de los Monteros es la puerta de entrada a Las Machorras y los montes pasiegos que separan Burgos de Cantabria.
En esta zona hay una red muy extensa de senderos y aún se pueden ver las casas de piedra tradicionales que usaban los pastores.
Excursiones
Ojo Guareña
Si solo haces una excursión que sea a Ojo Guareña. Aquí es donde se encuentra la ermita de San Tirso y San Bernabé con la que abría esta entrada.
La ermita está excavada en la roca y comunicada con una red de túneles de más de 100 kilómetros. La visita incluye un pequeño recorrido por la cueva, pero si te quedas con ganas de más desde ahí mismo se puede visitar la Cueva Palomera con dos recorridos mucho más largos.
Cerca del aparcamiento está el sumidero del río Guareña, que es el punto donde el río se mete en la roca para excavar todos esos kilómetros de galerías subterráneas (el conjunto de ese sistema de cuevas es lo que se conoce como Ojo Guareña.)
Todo el paisaje en esa zona es precioso y hay varios senderos para recorrerlo.
Cascada de las Pisas
Esta cascada de encuentra cerca de Puentedey, concretamente en el pueblito de Villabáscones de Bezana. El pueblo son literalmente cuatro casas, pero la iglesia es muy bonita y la plaza donde se encuentra, con su fuente de piedra, tiene muchísimo encanto.
Es un recorrido muy cortito de solo un kilómetro y medio e incluso si la cascada no lleva agua, como nos pasó a nosotras, el paseo merece mucho la pena porque atraviesa un hayedo de cuento de hadas que en otoño debe ser un espectáculo.
Cascada de la Mea
Esta cascada queda a las afueras de Puentedey. Llevaba poquísima agua cuando la vimos (solo caía un hilillo), pero apenas es un paseo de 300 metros desde donde se deja el coche, así que si vas a Puentedey no cuesta nada acercarse. Y con agua debe molar bastante porque se puede pasar por detrás (al menos se puede sin agua y daba la sensación de que con ella también se podría...)
Ruta Entre Desfiladeros
Esta es la ruta que hicimos el primer día. Sale desde Quintanilla del Rebollar (literalmente desde la puerta del hotel donde estábamos alojadas) y son 12 kilómetros fáciles y con muy poco desnivel.
Pasa por los pueblos de Cornejo y Hornillalatorre, por el barranco de la Hoz y el desfiladero del Trema y también atraviesa algún bosquecillo.
Dónde dormir
Nos alojamos en la Posada Real El Prado Mayor, una antigua casa de labranza en Quintanilla del Rebollar (muy cerquita de Ojo Guareña) que ha sido rehabilitada y decorada con muchísimo mimo. Muy, muy recomendable.
Al frente está Olga, una mujer encantadora que conoce perfectamente la zona y puede recomendarte todo tipo de excursiones y visitas según lo que te apetezca hacer.
Los desayunos son fantásticos y muy completos, con mermelada y pasteles caseros, yogur y miel artesanal de la zona, fruta…
En Quintanilla no hay restaurantes (el pueblo está a tan solo 10 minutos de Espinosa de los Monteros que tiene varios entre los que elegir, y en dirección a Ojo Guareña nos recomendaron el asador Cueva Kaite) pero en la posada se puede cenar por encargo.
Las cenas son totalmente caseras y Olga cocina de lujo: nosotras cenamos las dos noches en el hotel y todo estaba buenísimo, pero recuerdo especialmente la crema de zanahoria con naranja que nos hizo el primer día (voy a ver si consigo recrearla) y las judías verdes del huerto.
Después lo mejor es tomarse el café (o una copa) en el saloncito con chimenea y preparar las excursiones del día siguiente.
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¿Te ha gustado la escapada? Si es así te animo a que no tardes en ir a conocer este sitio tan bonito y a que lo compartas con otros si sabes de alguien a quien le pueda interesar.
A mí me ha quedado muchísimo por ver: Oña, el desfiladero del Purón, las hoces del Ebro, el valle de Mena... así que no me queda más remedio que volver. Parece mentira todo lo que esconde este pequeño rincón de Burgos.
En este mapa puedes encontrar las localizaciones de todos los sitios que menciono en la entrada para que te resulte mucho más fácil organizar la visita, y también puedes guardar el artículo para leerlo más tarde:
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6 Claves para disfrutar de la Ribeira Sacra
Yo conozco muy bien esa zona, es preciosa!!
ResponderEliminar¡Qué suerte! Yo me he quedado con ganas de explorarla mucho más. Si tienes cualquier recomendación te la agradecería mucho. :D
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