04 noviembre 2019

Qué hacer y ver en Singapur




Tengo la sensación de que Singapur no es de esos destinos que uno tenga en mente como viaje soñado. Creo que se suele pasar por alto y al final se queda, como mucho, en una escala de camino a algún otro lugar del Sudeste asiático. Y, sin embargo, este pequeño país tiene muchísimo que ofrecer.

Es una mezcla entre futurista y exótico, parque de atracciones y tradición que a mí me resulta de lo más atractiva.

Así que olvídate del caos de otras grandes ciudades asiáticas: aquí todo funciona perfectamente, las calles están limpísimas y el transporte público es supereficiente. Pero prepárate también para el exotismo de Chinatown y Little India, la belleza de sus jardines o el encanto rural de Pulau Ubin

¡Bienvenidos a Singapur!

Marina Bay




Marina Bay es una zona relativamente nueva construida al sur de la isla que incluye un gran centro comercial (cómo no), parques, un museo y, su buque insignia, el hotel Marina Bay Sands. La imagen de las tres torres unidas por una plataforma en la planta 57 donde se encuentra su famosa infinity pool de 150 metros de longitud se ha convertido en una de las más típicas de Singapur.

Eso sí, si no estás alojado en el hotel olvídate de asomarte a la ciudad mientras estás en remojo porque la piscina es solo para huéspedes, pero sí puedes disfrutar de las mismas vistas (sin agua) pagando la entrada al SkyPark o bien reservando mesa en Spago. El restaurante es muy bueno pero también muy caro, así que otra opción es tomarte una copa en el Spago Bar & Lounge que las vistas son las mismas  y aunque las copas también son caras siempre puedes tomarte solo una...




Además del hotel está The Shoppes un enorme centro comercial con tiendas de lujo; el Singapore Flyer, una noria gigante tipo el London Eye; el Helix Bridge, un puente helicoidal chulísimo; un espectacular pabellón de cristal que alberga la tienda de Louis Vuitton; y el ArtScience Museum en un edificio en forma de flor de loto al que me nuevamente me he quedado con ganas de ir... La próxima vez va a ser lo primero que haga.

Y todas las noches en la bahía hay un espectáculo gratuito de luz y sonido.

Dónde comer:


En el centro comercial The Shoppes hay un Din Tai Fung, mi lugar favorito para tomar dim sum y xiao long bao. El arroz frito con gambas también está para morirse.


Gardens by the Bay




Junto a Marina Bay se encuentra Gardens by the Bay, unos jardines preciosos con tres invernaderos y un parque de árboles futuristas que sin duda merece la pena visitar.

Los invernaderos son tres: Cloud Forest, Flower Dome y Floral Fantasy. Para mí el más espectacular es el Forest Dome, En su interior hay una montaña con una cascada artificial de 35 metros donde se recrean distintos ecosistemas de selva tropical con una pasarela que pasa por todos ellos.






El Supertree Grove es un conjunto de árboles futuristas que parecen una especie de baobabs en los que los "troncos" son jardines verticales. Están unidos por una pasarela con unas vistas fantásticas y aquí también tienen un espectáculo gratuito de luz y sonido todas las noches.




La entrada al recinto es gratuita y ya solo pasear por los jardines merece la pena: hay un estanque, un jardín de cactus, una zona acuática infantil, etc. Pero para entrar en los invernaderos o subir a la Skyway del Supertree Grove hay que pagar. Tienes toda la información aquí.

Dónde comer:


Si quieres algo rápido hay varias zonas de restauración en el parque pero yo te recomiendo que vayas a Satay by the Bay, el hawker center que hay un poco más alejado del cogollo donde están todas las atracciones. Allí podrás elegir entre un montón de puestos de comida y el satay (pollo con salsa de cacahuetes) no decepciona.






Orchard Road


Puede que no hayas venido a Singapur de compras pero en algún momento pasarás (y pasearás) por Orchard Road, y estoy segura de que caerás.

Orchard Road es la principal avenida comercial de Singapur, en la que se aglutinan decenas de centros comerciales y los principales hoteles uno detrás de otro. Y sin embargo, resulta agradable de pasear, con sus aceras super anchas, los escaparates de todo tipo y los montones de restaurantes y cafeterías.

Y aunque aquí encontrarás las tiendas más exclusivas y malls de super lujo (como Takashimaya, ION o Paragon) también los hay que reúnen tiendas super baratas y que parecen más un bazar que un centro comercial (como Lucky Plaza y Far East.)




Y cuando estés hasta las narices de tanta tienda y tanta compra puedes escapar a Emerald Hill, una pequeña calle adoquinada que sale de Orchard Road con casitas tradicionales reconvertidas en restaurantes y cafés y que contrasta con la modernidad de los centros comerciales. O, mejor aún, refugiarte con un libro o una revista durante un rato en The Library @Orchard, una biblioteca pública dentro del centro comercial Somerset que es un auténtico oasis en medio de todo el bullicio comercial.

Dónde comer:

En Orchard hay restaurantes para aburrir porque en todos los centros comerciales y hoteles hay varios así que hambre no vas a pasar.

Privé es una cadena de restaurantes locales de comida casual donde puedes comer a cualquier hora del día, desde el desayuno hasta la cena: sopas, hamburguesas, sandwiches, pasta, y algunos platos asiáticos. El del centro comercial Wheelock tiene una cristalera enorme a pie de calle.

Merci Marcel tiene tres localizaciones, y la de Orchard está en Palais Renaissance. Es un bistrot con comida francesa y un lugar de lo más agradable. También tiene horario continuado.


Chinatown





Chinatown es una de las zonas más animadas de Singapur.

Aquí puedes visitar el Templo de la Reliquia del Diente de Buda, una construcción enorme de siete pisos; pasear por Temple Street y curiosear por sus puestos y tiendecillas; comprar té y remedios de medicina tradicional en alguna de sus tiendas especializadas; o comer en cualquiera de sus numerosísimos restaurantes. Y también puedes buscar alguno de los murales que decoran muchas de las fachadas.




No me voy a extender mucho porque la próxima entrada está dedicada a Chinatown, pero no te pierdas las zonas de Ann Siang Hill y Keong Saik Road con sus preciosas casas de colores transformadas en cafés, tiendas ideales y restaurantes de moda. No dejes de fijarte en los suelos y paredes de baldosas, son chulísimos.




Dónde comer:


Si quieres un restaurante chulo y moderno puedes ir a Keong Saik Road, pero si lo que quieres es comer bien por muy poco dinero, puedes comer un plato de estrella Michelin por apenas 2€ en Hawker Chan. El original está en el hawker center de Chinatown Complex pero han abierto una sucursal muy cerca, en 78 Smith Street.





Little India




Para mi gusto Little India es más exótico y auténtico que Chinatown porque aquí no encontrarás locales superchulos pensados para extranjeros y expatriados. Aquí las mujeres van a hacer la compra vestidas con sari, los hombres se sientan con la máquina de coser a las puertas de sus comercios y las tiendas venden flores para las ofrendas y figuras de dioses hindús. No encontrarás ni un solo Satarbucks o 7-Eleven.





Son muy poquitas manzanas pero merece la pena callejear por ellas y cotillear en los comercios. No te pierdas el templo de Sri Veeramakaliamman, uno de los más importantes, ni la casa de Tan Teng Niah con su colorida fachada. Y date una vuelta por el supermercado del centro comercial Mustafa para una inmersión en los colores, sabores y olores del subcontinente indio.





Dónde comer:


Banana Leaf es una apuesta segura, pero también puedes optar por uno de los pequeños restaurantes como Lagnaa donde puedes pedir la comida y elegir del nivel de picante del 1 (nada) al 10 (para morir).


Kampong Glam




Kampong Glam es el barrio árabe de Singapur. No son más que tres o cuatro manzanas en torno a la mezquita de Masjid Sultan con su gran cúpula dorada. 

La mejor vista se obtiene desde Bussorah Mall, una bonita calle bordeada de palmeras y coloridas casas tradicionales y la enorme mezquita al final de la calle.





Arab Street es quizá la calle más típica, llena de tiendas de alfombras, telas y perfumes. A continuación está el callejón de Haji Lane, repleto de tiendas superchulas y restaurantes y muy animado a cualquier hora del día.




Dónde comer:


El restaurante mexicano Piedra Negra en Haji Lane es una buena opción para comer o cenar. Y para el postre puedes cruzar la calle y probar los helados "góticos" de Little Damage.


Zona colonial




Con tanto rascacielos y tanto edificio moderno de acero y vidrio a veces cuesta recordar que Singapur tuvo un pasado colonial, y sin embargo ahí está.

La joya por excelencia es el hotel Raffles, que acaba de abrir sus puertas después de dos años de reformas. Es una maravilla: un edificio blanco inmaculado de tres plantas con unos frondosos jardines que destila clase por los cuatro costados. Es sin duda la gran dama de los hoteles de Singapur (donde esté el Raffles que se quite el Marina Bay) y sus conserjes sikhs son toda una institución.

Si no estás alojado en el hotel puedes visitarlo igualmente, darte un capricho en la tienda del hotel (donde se exhiben fotos y recuerdos de su época dorada) o cualquiera de las tiendas superexclusivas que tienen local allí (Leica, por ejemplo), comer en alguno de sus restaurantes (acaban de abrir Alain Ducasse y Anne-Sophie Pic, ambos chefs con tres estrellas Michelin, aunque también puedes optar por algo más ¿económico? en Burger & Lobster), o tomarte un Singapore Sling en el mítico Long Bar. En cualquier caso, incluso si no tienes intención de hacer gasto, merece la pena darse una vuelta por allí.




A apenas un par de manzanas se encuentra CHIJMES, un antiguo convento y escuela católica reconvertido en centro cultural y de ocio. Lo más reconocible es la iglesia blanca donde se realizan eventos y exposiciones. En el centro hay una gran zona verde alrededor de la cual hay dos pisos con terrazas y restaurantes.





Estos dos sitios de los que hablo a continuación no son ejemplos de arquitectura colonial, pero son relativamente antiguos (principios del siglo XX) y como están bastante cerca los meto en el mismo apartado.

Se trata de la antigua comisaría de policía de Hill Road, que ahora alberga oficinas administrativas y que es una de las imágenes más repetidas de Singapur con su fachada de ventanas de colores y, muy cerca de él, el parque de bomberos más antiguo de Singapur, Central Fire Station, en ladrillo rojo, que parece de juguete.




Dónde comer:


En CHIJMES hay una treintena de restaurantes, así que raro será que no encuentres algo que te guste.

Si no probaste el Privé de Orchard, aquí tienes otra oportunidad. Y si te gusta la comida mexicana, Señor Taco nos lo recomendó una chica mexicana que vive en Singapur y que dice que es donde va ella cuando tiene antojo de comida de su país.


Los Quays




Los muelles (quays) del río Singapur son un lugar estupendo para ir a comer y, sobre todo, para cenar y tomar copas porque por la noche está animadísimo.

Los muelles van cambiando de nombre (Boat, Clarke y Robertson's Quay respectivamente a medida que te alejas del mar) y son una sucesión de antiguos almacenes reconvertidos en hoteles, restaurantes y clubs.

Comer y cenar en una terraza sobre el río o dar una vuelta en barco (si no quieres hacer una excursión, por 5$ puedes coger un water taxi para ir de un muelle a otro) es una manera de disfrutar de la ciudad desde otro punto de vista.

Dónde comer:


Hay multitud de restaurantes de moda y sitios cool, pero mi recomendación es que pruebes el chili crab. El mejor sitio es Harvest Seafood pero si se te va de presupuesto en la cadena JUMBO también lo preparan muy bien y tienen una sucursal junto al río.


Botanic Gardens y National Orchid Garden





Lo primero que notarás al llegar a Singapur es que toda ella es verde: las calles, los laterales de las carreteras, cualquier hueco entre edificios y hasta los rascacielos (si te fijas muchos de ellos tienen "agujeros" arbolados en la planta tropecientos), por todas partes hay plantas. Así que no es de extrañar que aquí el Jardín Botánico sea una auténtica maravilla; de hecho, es Patrimonio de la Humanidad.




El Jardín Botánico (o, mejor dicho, jardines botánicos porque está formado por varios jardines temáticos) es una de las visitas ineludibles en Singapur. Son un montón de hectáreas y es un parque muy querido y frecuentado por los singapurenses. La entrada es gratuita y está abierto desde las 5 de la mañana hasta las 12 de la noche, así que es un sitio al que se va a pasear, a sacar al perro o a hacer deporte en un entorno maravilloso entre lagos, cascadas, gazebos y algunos edificios históricos.




Dentro del Jardín Botánico de encuentra el National Orchid Garden, este sí ya de pago (aunque muy razonable, $5 o 3,5€ y los niños menores de 12 años no pagan) y que no te puedes perder si te gustan las orquídeas. Bueno, incluso si te dan igual merece la pena porque la cantidad, variedad y el colorido de las flores que se ve aquí es como para pasarse el rato con la boca abierta.





Dónde comer:


Dentro del Jardín Botánico hay varios restaurante y cafeterías. Yo no he comido en ninguno, pero tanto The Halia como Corner House tienen buenísimas críticas y además son preciosos.



Fort Canning


Fort Canning es un parque situado en el centro de la ciudad en una colina entre Orchard Road y el río que, no solo es otro de esos lugares estupendos para escapar del bullicio, sino que además tiene gran importancia histórica.




En su interior hay nueve jardines históricos y numerosos senderos para recorrerlos a tu aire. En sus praderas se celebran conciertos, festivales de teatro, etc y este año el parque ha acogido las celebraciones del bicentenario con una serie de montajes y exposiciones muy chulas.



Sentosa




Iba a decir que Sentosa es un parque de atracciones pero me estaría quedando muy corta. El eslógan de esta "isla-resort" es the State of Fun así que yo creo que te haces una idea... Aquí hay atracciones de todo tipo y para todos lo gustos.




Y cuando digo de todo no exagero ni un poquito. Aquí está Universal Studios, S.E.A Aquarium y el parque acuático Adventure Cove. Pero también hay tirolinas, luge, una especie de Micrópolix llamado KidZania, bungy jumping, un mariposario y un sitio de esos para nadar con delfines, un túnel de viento para volar, teleférico... Vamos, lo que se te ocurra.

¡Y también hay playa!

Aunque mejor que no te hagas ilusiones porque Singapur no es un destino playero así que no vengas buscando esas imágenes paradisiacas de Tailandia o Indonesia. Pero si lo que quieres es darte un chapuzón en el mar puedes hacerlo en Sentosa. La mejor playa es la de Palawan, con arena blanca y fina, palmeras y una islita a la que se llega cruzando un puente colgante. Así que ¿cuál es la pega?, te preguntarás. Pues básicamente que tienes los petroleros a tiro de piedra así que las vistas dejan bastante que desear. Pero lo cierto es que el agua está limpia y para pasar una tarde chapoteando en el mar y tumbado en la arena no está mal. Y si verdaderamente tienes ganas de playa Malasia e Indonesia están a tiro de piedra.





Dónde comer:


Aquí hay decenas de restaurantes para elegir, desde cadenas de comida rápida hasta cocina más elaborada. Pero yo soy de ideas fijas y fui directa a Din Tai Fung.



Pulau Ubin





Pulau Ubin es una pequeña isla situada a solo 10 minutos en ferry de Singapur pero a años luz de todo el bullicio de la ciudad y, en mi opinión, un plan que no hay que perderse.

La isla te da una idea de cómo debía ser Singapur hace 50 años, o al menos gran parte del país, cuando todavía había zonas rurales. La mejor forma de explorarla es alquilar un bici y recorrerla a tu aire. Hay varios sitios de alquiler, no es nada caro y tienes incluso la opción de alquilar un tándem. Pasarás por manglares, humedales, torres de observación y hasta una antigua cantera. Aunque hay sitios en los que se pueden comprar bebidas es recomendable llevar agua.






El trayecto en ferry es parte de la gracia de la excursión. Los barcos son unas antiguallas con mucho encanto que no tienen horario fijo sino que salen cuando se llega a 10 pasajeros. Suele haber bastante movimiento, pero de todas formas el billete solo cuesta 3$ (2€), así que si sois 7 u 8 y no queréis esperar se puede pagar la diferencia entre todos porque no es mucho.






Donde comer:


En Pulau Ubin hay cuatro restaurantes todos ellos cerca del muelle donde te deja el ferry (y donde se alquilan las bicis.) Los restaurantes son sencillos, no esperes gran cosa, pero un buen plato de langostinos te sabrá a gloria después de pedalear durante unas horas. El sitio donde comimos nosotros se llama Cheong Lian Yuen y tiene una terraza al aire libre junto al mar.





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Esto son solo algunas de las cosas que puedes hacer en Singapur, pero hay muchas más:

El zoo es fantástico (no solo para niños) y tienen una visita nocturna que está fenomenal. Puedes darte una vuelta por la zona hipster de Tiong Bahru; visitar las peranakan shophouses (casas tradicionales malayas) de vivos colores en Koon Seng Road; hacer caminatas por MacRitchie Reservoir o los Southern Ridges; visitar los Chinese Gardens y Japanese Gardens en Jurong (pero comprueba antes que han vuelto a abrir porque ahora mismo están cerrados por reforma); visitar los Teatros de la Explanada y el National Museum...

¿Todavía sigues pensando que Singapur es solo para hacer una escala?


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Te recuerdo que puedes guardarte este artículo pineando la imagen de aquí abajo y en este enlace tienes un mapa con la ubicación de todos los lugares que te menciono aquí.








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