Te voy a confesar una cosa: soy de las ingenuas que pensaba que durante la cuarentena iba a aprovechar el tiempo como nunca y que dejaría mi lista de asuntos pendientes a cero. Sí, lo sé, ¡ilusa de mí! Pero no te preocupes porque a estas alturas ya tengo perfectamente asumido que ese no va a ser el caso.
No tengo la casa como los chorros del oro (de hecho he relajado bastante mis estándares de limpieza), no me paso el día haciendo ejercicio/yoga/pilates y, por supuesto, todos mis proyectos personales pendientes (tipo hacer álbumes de fotos, desempolvar la máquina de coser o escribir artículos para el blog) siguen tan aparcados como el primer día.
Pero lo que sí que estoy haciendo es cocinar mucho. Y como paso tanto tiempo en la cocina el otro día me dio por reorganizar algunos armarios y poner un poco de orden (tengo el de los tuppers como en la vida) y mientras colocaba los libros de cocina me encontré con uno que tenía medio olvidado.
Se trata de un regalo que le hizo a Michael una de sus tías americanas y es una colección de recetas familiares recopiladas por sus tías, primas y abuela, salpicadas de fotos antiguas e historias de la familia. Como soy supergolosa y me encanta la repostería me lancé directa a la parte dedicada a panes, tartas, bizcochos, pies y galletas (hay decenas de recetas de lo más apetecible) y hojeándola di con la del zucchini bread.
El zucchini bread es un bizcocho de calabacín súper jugoso y buenísimo (no pongas esa cara; seguro que la tarta de zanahoria es una de tus favoritas) y rápidamente me acordé de mis veranos en Maine y de mi tía Inés que también hacía uno buenísimo. Y, aprovechando que en la nevera tenía calabacines de sobra, no me lo pensé dos veces y me puse manos a la obra.
El resultado fue perfecto. Tan bueno como lo recordaba, con un toque de canela y muy esponjoso. Aquí nos duró una merienda y un desayuno; ¡fue visto y no visto!
Y como sé que mucha gente está aprovechando estos días para hornear como loca (si no no me explico lo difícil que es encontrar levadura en el súper) he pensado que a lo mejor a ti también te gustaría tener la receta. No tiene ninguna complicación y seguro que tu familia flipará cuando les digas que es de calabacín.
PAN DE CALABACÍN
INGREDIENTES
3 tazas de harina
4 cucharaditas de levadura
1 cucharadita de sal
1 cucharada de canela
3 huevos
1 taza de aceite
2 tazas de azúcar
2 cucharaditas de extracto de vainilla
1/2 a 3/4 taza de nueces u otro fruto seco (opcional)
PREPARACIÓN
Precalienta el horno a 165º
Mezcla en un recipiente la harina, la levadura, la sal y la canela.
Bate los huevos con el aceite, el azúcar y la vainilla. Añade los frutos secos si los pones y el calabacín. Finalmente incorpora la mezcla de harina del paso anterior.
Reparte la mezcla en dos moldes de los de pan o plum cake previamente engrasados y forrados con papel de hornear (para que sea más fácil desmoldarlos) y mete en el horno 1 hora y 10 minutos.
Mezcla en un recipiente la harina, la levadura, la sal y la canela.
Bate los huevos con el aceite, el azúcar y la vainilla. Añade los frutos secos si los pones y el calabacín. Finalmente incorpora la mezcla de harina del paso anterior.
Reparte la mezcla en dos moldes de los de pan o plum cake previamente engrasados y forrados con papel de hornear (para que sea más fácil desmoldarlos) y mete en el horno 1 hora y 10 minutos.
CONSEJOS
Esta receta da para mucha cantidad pero no te preocupes. Seguramente te los acabes en un pispás pero, si no es el caso, que sepas que los bizcochos se congelan muy bien. Es lo que hice yo el otro día aunque viendo lo que nos duró el que dejé fuera me lo podría haber ahorrado...
Asegúrate de que el bizcocho se ha enfriado por completo antes de meterlo en el congelador y envuélvelo muy bien para que no le entre aire ni olores. Para descongelarlo solo tienes que sacarlo la noche anterior y dejarlo a temperatura ambiente sin abrir. A la mañana siguiente lo tendrás como recién hecho.
También puedes cortarlo en porciones individuales y congelarlas por separado. De esta forma tardan mucho menos en descongelarse o puedes incluso meterlas directamente del congelador en la tostadora y hacerte unas deliciosas tostadas de calabacín.
Así que ya sabes, si eres de los que está aprovechando estos días para preparar un montón de cosas ricas aquí tienes una receta para sorprender. Prueba y me cuentas porque estoy segura de que te va a encantar.
Y no te olvides de compartir esta entrada si tienes algún amigo cocinillas al que creas que le puede gustar. ¡Gracias!
Así que ya sabes, si eres de los que está aprovechando estos días para preparar un montón de cosas ricas aquí tienes una receta para sorprender. Prueba y me cuentas porque estoy segura de que te va a encantar.
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Nos ha encantado!!!! Las peques se partían de risa cuando les dije que llevaba calabacín y me llamaron 'mamá sanita'. Hoy me piden que lo vuelva a hacer. Está buenísimo!!!
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