11 octubre 2017

El veranillo del membrillo

¿Sabías que el veranillo de San Miguel también se llama veranillo del membrillo? Pues hasta hace un par de semanas, yo no tenía ni idea.

El caso es que me viene al pelo para hablarte de esta fruta.


A ver, haz recuento: ¿cuántas veces has comprado membrillos? Y no me refiero al dulce sino a la fruta. Seguramente entre una y ninguna...

Pues con un poco de suerte a lo mejor cuando acabes de leer esto te entran ganas de ir a por alguno.

—¿Y por qué le ha dado ahora a esta por los membrillos? —te estarás preguntando.

Pues, sencillamente, porque en casa tenemos un árbol que debe ser el ejemplar más productivo de su especie, y por estas fechas nos salen los membrillos por las orejas.




Y si lo vieras, el pobre es pequeñito y bastante poca cosa, pero año tras año nos da unas cosechas que baten récords. Este año las ramas le llegaban al suelo de lo que pesaban y tuvimos que anclarlo para que no se venciera.

Porque encima son gigantes. Cuando veo los del súper, que son del tamaño de una pera, flipo. Hace unos años cogimos uno que pesaba ¡casi un kilo! Y no, no exagero ni un poquito...


¿Y qué hago yo con toda esta fruta? Pues regalarla, claro.

Pero también me quedo con un buen cargamento. Y mientras le voy dando salida poco a poco, reparto los membrillos por la casa porque me parecen muy decorativos, huelen de maravilla (las abuelas los ponían en los armarios como ambientador), y encima duran meses sin estropearse.

Es una fruta que no se puede comer cruda (aunque una compañera una vez me dijo que ella se los comía así), y yo creía que lo único que se podía hacer con ella era dulce de membrillo.

Pero no es así. Si te pones a investigar un poco, resulta que hay un montón de recetas, dulces y saladas. Y menos mal porque, francamente, por mucho que te guste ¿cuántos kilos de dulce de membrillo puede consumir una persona normal?


De todas esas recetas hay varias que quiero probar y para las que nunca encuentro el momento (tengo un tablero de Pinterest solo de recetas con membrillo), pero hay otras a las que recurro siempre. Son estas:


1. Dulce de membrillo


El clásico entre los clásicos que no podía faltar, claro.

Yo lo hago con la Thermomix, porque es poner los ingredientes y olvidarte, y queda de lujo. Y ni siquiera hay que pelar la fruta, que es durísima y, conociéndome, seguro que acabaría llevándome un dedo.

Como es tan fácil de hacer, hago tandas grandes y luego me dedico a regalarlo a la familia y amigos. Pero incluso si haces más de la cuenta para ti, no pasa nada porque dura meses en la nevera y también se puede congelar.


Ingredientes:

- 500 g de membrillo troceado y sin pelar, pero bien lavado y sin el corazón
- 400 g de azúcar* 
- 1 limón pelado, sin la parte blanca y sin pepitas.

* En la receta original pone 500 g, pero yo siempre uso esta proporción. Obviamente sigue sin ser light, pero sale fenomenal y siempre será mejor tomar menos azúcar, ¿no?

Preparación:

Triturar todos los ingredientes durante 30 segundos en velocidad 5-7 progresivo.
Bajar con la espátula lo que haya quedado en las paredes del vaso y programar 30 minutos, velocidad 5, temperatura 100.
Cuando acabe, colocar en uno o varios recipientes, dejar enfriar a temperatura ambiente y guardar en la nevera.

Cuando hago más cantidad (siempre manteniendo la proporción 5/4 entre fruta y azúcar), aumento unos minutos el tiempo de cocción (5-8 minutos más dependiendo de la cantidad, lo calculo a ojo.)

Esta receta no falla nunca y no puede ser más fácil. Y te prometo que no tiene nada que ver con el membrillo que compras en el súper.


2. Bizcocho de membrillo


Si eres de esas personas a las que no les gusta el dulce de membrillo, no te preocupes porque no estás solo, y también tengo una receta para ti. Y es como la tarta de zanahoria, que no sabe en absoluto a zanahoria, así que dale una oportunidad porque estoy segura de que te va a gustar.

Esta receta la saqué del blog Bocados de cielo y la probé porque todas las que encontraba al principio eran a partir del dulce de membrillo, y yo quería alguna que usara la fruta en crudo. Pues desde que la probé se ha convertido en un clásico de estas fechas.


Ingredientes:

- 300 g de membrillo troceado y sin pelar, pero bien lavado y sin el corazón, igual que arriba
- 300 g de harina
- 200 g de azúcar 
- 3 huevos
- 80 ml de aceite
- 1 sobre de levadura
- la piel de un limón rallada (sin la parte blanca)
- 1 cucharita de extracto de vainilla (mucho mejor si es de verdad, y no aroma artificial)

Preparación:

Triturar el membrillo hasta que quede bien fino. Ojo, esta fruta se oxida rápidamente y enseguida se pone marrón. Es normal y no pasa absolutamente nada.

Batir juntos los huevos y el azúcar hasta que se blanqueen.
Añadir el membrillo, el aceite, la ralladura de limón y el extracto de vainilla, y batir para que quede todo bien incorporado. 
Tamizar la harina con la levadura e ir añadiéndola poco a poco e incorporándola con movimientos envolventes.

Verter en un molde previamente engrasado y meter en el horno precalentado a 175º durante 35-40 minutos. (Para saber si está listo pincha un palillo en el centro; si sale seco es que ya está.)

Por cierto, ¿sabías que los bizcochos se congelan de maravilla y cuando se descongelan están perfectos? Para eso es fundamental dejarlos enfriar por completo. Después solo tienes que envolverlo muy bien para que no entre aire ni coja olores (yo lo envuelvo en papel film y encima papel de aluminio), y al congelador.

Para descongelarlo basta con dejarlo una noche a temperatura ambiente.


3. Jalea de membrillo


Esto es lo más laborioso de todo y, aunque no es difícil, lleva su tiempo. El resultado es una jalea muy fina, con una textura muy parecida a la de la miel, dulce pero con un punto ácido que va muy bien con queso o yogur, pero también en tostadas y tartas.

Hay varias recetas en internet, todas muy similares. Yo la saqué del blog de Guisadora Duncan.

Foto: Mario Gallo @The Culinary Taste

Ingredientes:

- 1 kg de membrillos aprox.
- azúcar*
- el zumo de 1 limón

*la cantidad de azúcar va en función del peso del líquido.

Preparación:

Lavar bien los membrillos y trocearlos, pero sin quitar ni la piel ni las pepitas.

Pesar los membrillos, ponerlos en una cazuela, cubrirlos con agua y añadir el zumo de un limón por cada kilo de fruta. Cocer a fuego medio hasta que estén muy tiernos, por lo menos media hora.

Lo que nos interesa es el líquido de la cocción, que hay que colar sobre una olla con un colador muy fino para que el líquido pase lo más limpio posible. Yo uso una media (comprada expresamente para ese fin, no te preocupes...) Es importante no aplastar la fruta para exprimir el líquido porque si no se enturbia. En cuanto a la pulpa, hay quien la aprovecha para hacer dulce, pero yo la tiro.

Una vez colado, pesar el líquido y añadir 800 gramos de azúcar por cada kilo de líquido. Poner a cocer a fuego medio, espumando de vez en cuando la película blanquecina que se forma en la superficie. Hay que tenerlo entre una hora y media y dos horas. Con menos no cuaja, y con más queda demasiado espeso. La manera de saber si está lista es dejar gotear la espátula, y si caen gotas gruesas y densas es que ya está.

Verter en tarros esterilizados y tapar cuando se haya enfriado.


¿Qué te parecen? ¿Te animas a probar alguna?


Y si tienes curiosidad por saber qué más se puede hacer con membrillo, echa un vistazo a algunas de las recetas que quiero probar este otoño. Entre ellas hay un aliño para ensaladas (muy fácil de preparar a partir del dulce de membrillo), un sorbete, un guiso de cordero, y una tarta de membrillo y almendras.

Foto: The Well-Seasoned Cook
Foto: The Kitchn

Foto: BBC Good Food
Foto: BBC Good Food

¿No te parece que tienen una pinta espectacular? A lo mejor ha llegado el momento de darle una oportunidad a esta humilde fruta...



Suscríbete para no perderte ni una entrada:


26 comentarios:

  1. Nosotros acostumbramos a disfrutar una vez al año de este manjar y la verdad es que de humilde no tiene nada, que está bien buena en sus múltiples opciones.

    ResponderEliminar
  2. Qué bueno !!! Yo me cogí tres el otro día y aún no he hecho nada con ellos. Te iba a pedir la receta del bizcocho, que debo confesar que no se que hice con ella 😏😏, y voilá te me has adelantado y ya la tengo a mano en tu blog. Genial !! Lo cierto es que el dulce sale de rechupete y el resto de recetas tienen una pinta estupenda!!!! Habrá que probar!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Me alegro de que te haya venido bien! Y ya me dirás si te animas con alguna otra receta... Un beso

      Eliminar
  3. Madre mia, Giny...que pintaza!!!!!
    Pienso probar las 3!!!!! Y lo de los armarios tambien!
    Por que no vendes a las compis?pliiiis

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡No los vendo, pero siempre llevo un cargamento al curro! El otro día iba con una bolsa azul de IKEA hasta arriba... Esos se han acabado, pero no te preocupes que el próximo día te llevo unos cuantos. ¡Besos!

      Eliminar
  4. Hola guapa!
    Madre mía qué membrillos da tu árbol (y qué feos son los pobrecitos, jajaja). No me extraña que tengas que buscar recetas originales, con todos los que tienes al año.
    Me parece muy original la idea de decorar con ellos si además te dejan un olorcillo rico en casa.
    De todas las recetas me pica mucho la curiosidad la del bizcocho; habrá que probarlo!
    Un besito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Laura! ¿Verdad que es alucinante la cosecha? Conozco a varias personas que tanto este año como el pasado me han dicho que los suyos apenas han dado fruto, pero este ¡no falla! Anímate a probar el bizcocho, sale buenísimo de verdad. Un beso

      Eliminar
  5. ¡Hola guapa! Yo tampoco tenía ni idea de que al veranillo de San Miguel también se le llamaba del membrillo, jeje. Tienes razón, en mi caso nunca he comprado membrillos pero recuerdo que cuando era pequeña teníamos una casa en un pueblo e íbamos todos los fines de semana y nuestro vecino tenía un arbol que debe ser como el tuyo, porque mi recuerdo es que los membrillos se pasaban a nuestro jardín por las ramas y eran enormes. La cuestión es que a mí no me gusta nada el dulce de membrillo y me da cosita porque las recetas que has puesto tienen de verdad una pinta estupenda. Pero no se por qué me da por pensar que no me van a gustar si no me gusta su dulce en sí. En el caso de que me animara a hacer alguna de estas recetas, sin duda me decantaría por el bizcoho de membrillo. Menos mal que tienes gente a quien regalar, por que si no.... te veo todo el año comiendo membrillo, jajaja. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Ruth! Pues si te gusta la repostería te animo a que pruebes el bizcocho. Conozco a mucha gente a la que no le gusta el dulce de membrillo y le encanta este bizcocho, y es verdad que es un sabor diferente a lo acostumbrado. ¡Un abrazo!

      Eliminar
  6. Hola! si te digo la verdad a mi no me gusta el membrillo, y otra coas mi tía, como tu compañera se los come crudos. Pero me has dejado alucinada con la de recetas que hay para hacer cosas con el membrillo. Un post muy interesante. Un Saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Pues ya hay dos personas en el universo que se los comen crudos! La verdad es que yo ni siquiera me he atrevido a probarlo... Cuando haga membrillo el próximo día voy a tomar un trocito a ver qué tal... ¡Besos!

      Eliminar
  7. Hola! Nunca los pobre, pero quizás deba de hacerlo con alguna de esas recetas que tienen una pinta que te mueres xD un besito!!

    ResponderEliminar
  8. Sii! Tiempo de locos! Me encanta el dicho y además está muy rico, se pueden hacer numerosas recetas y dulces con este fruto! Un post genial 😉

    El rincón de Pau Blog 💗

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Paula, me alegro de que te haya gustado. Un abrazo

      Eliminar
  9. Hola, ¡qué pasada de membrillos! Yo no tengo árbol, pero casi todos los años me suelen regalar una buena bolsa. Hago dulce de membrillo y mermelada de membrillo y manzana, que queda muy rica también.
    La verdad es que el bizcocho que propones tiene una pinta estupenda. Además me encanta la tarta de zanahoria, así que sólo de pensar que pueda resultar parecido, ya me atrae.
    El guiso que propones para este año tiene una pinta excelente. Seguro que me animo a probarlo. Yo te propongo que pruebes la tarta de queso con pan de especias y cobertura de membrillo, puedes verla en mi blog. Y también un enrejado de hojaldre con queso y membrillo. Además de rico, queda muy lucido. Por cierto, también uso dulce de membrillo más ligero (lo trituro con un poco de agua una vez está sólido) para rellenar huesos de santo.
    Disfrutad del otoño y del veranillo del membrillo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ahora mismo me paso por tu blog a ver las recetas que dices! Solo una cosa: el bizcocho de membrillo no se parece al de zanahoria, lo que quería decir es que no sabe como el dulce de membrillo, lo mismo que la tarta de zanahoria no sabe a zanahoria... Ya me dirás si pruebas alguna de las recetas. ¡Un abrazo!

      Eliminar
  10. Sí que sabía que el veranillo de San Miguel también se llama veranillo del membrillo, lo decía mi abuela. En mi casa siempre hemos tenido membrillos y tanto mi abuela como mi madre los hacían en compotas, en almíbar,... y carne de membrillo. Una fruta muy áspera pero que está buenísima. Nunca, que yo recuerde, lo hemos comido directamente del árbol o en pastel o tarta ni como jalea.
    Madre mía, qué grandes los de tu cosecha... Así tienes para todo, no? ;P Y como es una fruta muy dura ya que, duran meses sin estropearse.
    Gracias por compartir estas deliciosas recetas.
    Un beso guapísima!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Sí, son enormes y me dan para todo! Si al final ya no sé ni qué hacer con ellos... El otro día llevé una bolsa de las azules de IKEA llena al trabajo y los regalé todos, pero es que en casa tengo un cesto hasta arriba... Voy a ver si encuentro una receta para hacerlos en almíbar, que no lo había visto nunca. ¡Gracias por la idea!

      Eliminar
  11. No tenía ni idea que se llamaba también el veranillo del membrillo!! La verdad es vaya pinta todo lo q se puede hacer con el membrillo. Yo no suelo tomarlo pero teniendo esta receta... lo mismo me animo a hacer algo rico con el membrillo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya, para mí también fue toda una revelación saber que se podían hacer más cosas y no solo dulce de membrillo... Ya me contarás si te animas con alguna receta. ¡Un saludo!

      Eliminar
  12. Mira, super curiosa tu entrada!!! el año pasado descubrí el membrillo, no el dulce sino la fruta, que me dice mi suegra quieres? y yo, que es eso? membrillo, y yo O_O anda ya, como que eso es membrillo??? joer, es que nunca me había preguntado de donde lo sacaban!! y lo probé y me gustó mucho!! desde entonces cada vez que es temporada me da! me quedo con la receta del bizcocho y madre mia... que le dais al arbol?? es verdad que los del super son peques, nada comparado con los tuyos!!

    ResponderEliminar
  13. ¿O sea que tú eres de las que te comes el membrillo tal cual? ¡Eso sí que es raro! ¿Te puedes creer que yo así no lo he probado? Pero pienso hacerlo la próxima vez. Anda que como me guste... ;D Y lo del árbol es verdad que es alucinante; a mí me deja alucinada año tras año... ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar