Una de las cosas que más me gusta hacer es esquiar y tengo la suerte de que a Michael también. Los dos aprendimos de pequeños y todos los años hacemos un par de escapadas a la nieve.
Desde el principio tuvimos claro que a nuestros hijos les llevaríamos en cuanto pudiéramos porque queríamos que ellos también se aficionaran, y así ha sido. Se lo pasan bomba y para ellos ir a esquiar es la gran emoción.
Desde el principio tuvimos claro que a nuestros hijos les llevaríamos en cuanto pudiéramos porque queríamos que ellos también se aficionaran, y así ha sido. Se lo pasan bomba y para ellos ir a esquiar es la gran emoción.
Si estás pensando en llevar a tus hijos a esquiar por primera vez probablemente tengas un montón de preguntas (como las tuve yo en su día) y te vengan bien algunas aclaraciones. No es que yo sea ninguna experta en el tema, pero entre mis hijos, sobrinos varios e hijos de amigos, he ido muchas veces con niños que se estrenaban en la nieve, así que te voy a contar cómo nos organizamos nosotros por si te sirve de ayuda.
Y si después de leer esto todavía te quedan dudas y quieres preguntarme algo, puedes hacerlo en los comentarios y te responderé encantada.
¿A qué edad pueden empezar a esquiar?
En los cursillos de la Escuela Española de Esquí la edad mínima es 4 años y creo que esa edad está bastante generalizada en todas las escuelas. Si quieres que empiecen antes (a los 3 años) puedes coger clases particulares.
Antes de eso no tienen mucha fuerza en las piernas y lo único que hacen es deslizarse en línea recta, aunque siempre les puedes alquilar unos esquís y deslizarte tú con ellos para que vean cual es la sensación. Normalmente les encanta porque se creen que vas a toda velocidad aunque vayas a dos por hora.
¿Merece la pena que empiecen lo antes posible?
Los niños aprenden como esponjas y de manera natural cualquier cosa que les quieras enseñar, pero en este caso no hay ninguna necesidad de que empiecen con 3 años. Probablemente aprendan más empezando con 4 o 5, porque son mucho más coordinados y tienen más fuerza.
Yo les he apuntado a clases particulares mientras estaban en la guardería de la estación, pero sinceramente creo que no merece la pena. Los míos preferían estar jugando y viendo pelis en "la casita" (como la llamaban ellos) y esas clases les cundieron muy poco, la verdad.
Mi hijo es muy pequeño para dar clases pero aun así nos gustaría poder ir y esquiar nosotros. ¿Qué opciones tenemos?
Pues a menos que vayas con algún pariente o amigo que no esquíe y sea tan majo como para hacerse cargo de tus hijos durante unas horas (¡hola Luis!) tu única opción es el jardín de nieve.
Los jardines de nieve son las guarderías que hay a pie de pistas y prácticamente todas las estaciones tienen por lo menos una.
En general el funcionamiento es el mismo: van con el horario de la estación y puedes elegir si les llevas por la mañana, por la tarde o el día completo; con o sin comida. Pero luego cada una tiene sus particularidades, así que infórmate antes en la web de la estación cuál es la edad mínima para poder dejarlos, si los cogen con pañal y cuál es el horario exacto para evitar sorpresas.
Ojo porque una misma estación puede tener dos guarderías gestionadas por separado como es el caso de Cerler (una es de la Escuela Española de Esquí y la otra de Aramón) y no son exactamente iguales.
Ojo porque una misma estación puede tener dos guarderías gestionadas por separado como es el caso de Cerler (una es de la Escuela Española de Esquí y la otra de Aramón) y no son exactamente iguales.
¿Cursillo en grupo o clases particulares?
Es verdad que en las clases particulares la enseñanza es totalmente personalizada y aprenden más rápido, pero yo soy más partidaria de los cursillos por dos razones:
- los niños se divierten más; es más entretenido y mucho más ameno para ellos ir con otros niños que tirarse dos o tres horas solos con un profesor.
- la diferencia de precio entre cursillo y clase particular es abismal, así que es un gasto más en unas vacaciones que no son precisamente baratas.
Para mí a estas edades las clases particulares solo tienen sentido si no pueden apuntarse a cursillo porque empiezan en mitad de semana, o si es un viaje con amigos y van con más niños que estén en condiciones similares y podéis formar un grupo más reducido y a un precio razonable.
Yo esquío desde pequeña, ¿qué tal si le enseño yo y me ahorro las clases?
¿Sinceramente? Good luck!
Incluso si esquías como Lindsey Vonn yo no te lo aconsejo. Obviamente esto es como todo, a tus hijos les conoces tú mejor que nadie, y a lo mejor tienes más paciencia que un santo, pero creo que te ahorrarás muchos disgustos si aprenden con un profesor.
Y es que por mucho que aprendan a pasos agigantados los momentos de bloqueo, cansancio y rabietas no te los quita nadie, y -al menos los míos- cuando están con profesor se comportan de otra manera y hacen mucho más caso.
El otro día me pasé un buen rato explicándole a Daniel cómo tenía que colocarse la correa del bastón con la consiguiente discusión porque él se empeñaba en ponérselos "a su manera". Al final le dije que los cogiera como le diera la gana porque no llegábamos a las clases. Lo primero que dijo el profesor al llegar fue: "A ver, nos ponemos los bastones así" (como yo decía, claro), y Daniel sin discutir y sin mediar palabra se los puso bien. ¡Y conmigo hasta lloraba por esa chorrada!
Además, si te gusta esquiar y vas con niños el rato que tienes para disfrutar por libre es el que ellos están en clase y probablemente te apetezca aprovecharlo.
¿Y si no les gusta? ¿Qué puedo hacer para engancharles?
En mi experiencia lo normal es que a los niños les encante la nieve.
Pero no te voy a engañar, puede pasar: el primer día de clase Sofía se pasó 40 minutos llorando, y eso que estaba con su prima del alma. Por un momento pensé que la habíamos fastidiado y que le iba a coger tirria al esquí, pero afortunadamente acabó la clase contenta, al día siguiente volvió sin problemas y hasta hoy.
No hay fórmulas mágicas y cada niño es un mundo, pero se me ocurren un par de cosas para que vayan más predispuestos, sobre todo los niños más pequeños, porque cuando son más mayorcitos suelen estar emocionados con la idea:
- Si es posible, que tengan contacto con la nieve antes y que sepan lo que es ir forrados hasta arriba, que algunos eso lo llevan fatal...
- Si a ti te gusta esquiar que vean tu entusiasmo porque es contagioso.
- No te obsesiones con el tiempo y el frío
Obviamente es mucho mejor empezar en un día maravilloso de sol espléndido, pero no desesperes si hace malo porque cuando están haciendo algo que les gusta da igual el frío que haga (no hay más que verlos en las piscinas tiritando, con los labios morados y sin querer salir del agua).
De todas formas, si hace un día realmente horrible y es la primera vez que van, a lo mejor es preferible no forzar la situación y dejarlo para otro momento.
- En cuanto a la ropa, asegúrate de que los guantes (mejor manoplas) no se les salgan y les dejen las muñecas al aire porque en cuanto se caigan se llenan de nieve y no mola nada.
Y hazte con un pasamontañas que les tape la cara entera (en Decathlon tienen este para poner debajo del casco que está muy bien). Lo más seguro es que no lo necesiten pero si hace mucho frío o viento puede ser la diferencia entre tener que meterse en la cafetería o seguir esquiando.
Yo lo que quiero es que haga snowboard. ¿Es verdad que empiezan más mayores? ¿Qué es mejor?
En algunas escuelas recomiendan no empezar hasta los 8 años, pero hace ya tiempo que en las pistas se ve a niños mucho más pequeñitos con tabla.
El año pasado le preguntamos a una profesora y nos dijo que si tienen fuerza suficiente para poder girar no hay inconveniente para que empiecen antes. Lo que no sé es si hablaba de cursillo o de clases particulares (ella iba solo con dos niños.)
En todo caso lo de empezar con esquís o tabla es una decisión puramente personal. En nuestro caso yo esquío y Michael hace snowboard (él esquiaba y después se pasó a la tabla) y decidimos que los niños empezaran esquiando y que más adelante aprendieran a hacer snowboard porque en teoría es más fácil.
Y en cuanto a la organización del viaje: ¿apartamento u hotel?
Pues si es para un fin de semana, hotel; pero si es para más días yo prefiero apartamento.
Los hoteles tienen la gran ventaja de que te olvidas de preparar desayunos y hacer camas. Además muchos cuentan con animadores que tienen entretenidos a los niños desde que vuelves de esquiar hasta la hora de la cena, y eso es un auténtico lujo. Y según dónde esté ubicado el hotel es probable que también tengan traslado a la estación incluido, con lo que te olvidas del coche si no estás alojado a pie de pistas.
El principal inconveniente es que normalmente compartes habitación con los niños así que, a no ser que caigan rendidos a la primera de cambio, probablemente te toque apagar la luz a la misma hora que ellos si quieres que se duerman a una hora decente.
En un apartamento puedes mandar a los niños a la cama y quedarte viendo una peli tranquilamente en el sofá. Además a nosotros nos gusta cenar en casa algunos días porque si salimos todas las noches se acaban acostando muy tarde y eso les pasa factura.
Y como es verdad que no apetece nada ponerse a cocinar, lo que hacemos es llevarnos comida preparada desde casa que solo haya que calentar, como unas lentejas que aguantan bien, o una bolognesa que lo único que hay que hacer es hervir un poco de pasta.
Entonces ¿no es tan complicada la "logística" como parece?
No, no es complicada, pero hay que encontrar un ritmo que te vaya bien y que obviamente no tendrá nada que ver con el que llevas cuando vas solo con adultos.
- Ve con tiempo
Calcula que por las mañanas vas a tardar más en ponerte en marcha que cuando los llevas al colegio, especialmente los primeros días hasta que automatizas el tema de la ropa y accesorios (guantes, cascos, gafas, forfaits...) y las prisas no son buenas para nada.
- Si es posible alquila los esquís y saca los forfaits el día que llegas porque cuantas menos cosas tengas que hacer la primera mañana, mejor.
- Busca el horario que más te convenga
Nosotros los llevamos a clases de 10 a 13 porque es el horario que nos viene bien, pero también hay cursillos por las tardes en los que suele haber menos gente.
Lo que hacemos es aprovechar esas tres horas para esquiar por nuestra cuenta, y a la 1 los recogemos, comemos juntos (si eres de los que prácticamente no para a mediodía porque prefieres aprovechar el día me temo que te va a tocar cambiar el chip) y después de comer esquiamos con ellos.
Sinceramente, los comienzos son un rollo porque te toca hacer la misma pista verde 50 veces, pero son tus hijos y al final te hace ilusión ver cómo progresan, así que sólo hay que tener un poco de paciencia y en menos de lo que crees te los estarás llevando por toda la estación.
De verdad que es alucinante ver cómo mejoran exponencialmente de un día para otro.
¿Te han entrado ganas de organizar unas vacaciones en la nieve?
Espero haberte aclarado algunas dudas pero como te decía antes, si tienes más preguntas déjamelas en los comentarios y te responderé lo mejor que sepa.
Espero haberte aclarado algunas dudas pero como te decía antes, si tienes más preguntas déjamelas en los comentarios y te responderé lo mejor que sepa.
Y si yo soy como un niño... ¿Qué puede hacer Cris con nosotros tres?
ResponderEliminarYa sabes, además, que tal y como tengo yo las rodillas, o hago snow o me quedaría con Luis...
¡Estupendo! Entonces tú eres ese pariente majísimo que se queda con los niños para que esquíen los demás ¿no? O te apuntas a clase con los enanos, pero que sepas que en cinco minutos te dejan atrás ;D
EliminarAhora en serio, lo suyo es que tú cojas clases de snow y Adrián de esquí y que luego practiquéis todos juntos por las verdes. Me temo que a Martín de momento le toca jardín de nieve...
Te ibas a aburrir. por la mañana ruta de senderismo por el monte, o si quieres aflojar la mosca tienes rutas con raquetas, motos de nieve, etc. Después homenaje gastronómico y siesta.
EliminarCuando bajan de las pistas les preparo una sopa caliente con caldo que me llevo preparado o un chocolate para entrar en calor.
Descanso, duchas, paseo por el pueblo y si se tercia cenar fuera, película en el sofá y a dormir.
Y a vivir que son dos días.