**Esta entrada es la segunda parte de nuestro viaje por Wisconsin. Si quieres leer la primera, puedes hacerlo aquí: De viaje por Wisconsin (I): Door County.**
Si Door County fue una sorpresa, la zona del Driftless ha resultado ser todo un descubrimiento.
Y no sólo para nosotros. Parece mentira, pero esa zona es un secreto hasta para los propios habitantes de Wisconsin, a pesar de ser una maravilla y estar a sólo dos horas de la capital.
Si Door County fue una sorpresa, la zona del Driftless ha resultado ser todo un descubrimiento.
Y no sólo para nosotros. Parece mentira, pero esa zona es un secreto hasta para los propios habitantes de Wisconsin, a pesar de ser una maravilla y estar a sólo dos horas de la capital.
El viaje desde Sister Bay nos llevó todo el día porque por el camino decidimos parar en un parque de atracciones (sí, a veces somos los mejores padres del mundo, aunque para compensar también paramos en un outlet), así que llegamos al Driftless al anochecer.
Después de recorrer un montón de carreteras secundarias (sin perdernos ni una vez, ojo) llegamos a nuestro destino, en medio de un paraje bastante recóndito, precioso y nada turístico.
Yo había leído que en esa zona había una comunidad Amish pero no pensé que los fuéramos a ver. Supuse que estarían en sus granjas y no se mezclarían mucho con el resto de la gente, pero me equivoqué. Poco antes de llegar a nuestra casa nos cruzamos con un carro de Amish y al día siguiente los vimos también en Walmart (¿eso no es hacer trampas?) y en la cooperativa del pueblo. Resulta muy curioso ver el carro perfectamente aparcado entre los coches como si fuera uno más.
Después de recorrer un montón de carreteras secundarias (sin perdernos ni una vez, ojo) llegamos a nuestro destino, en medio de un paraje bastante recóndito, precioso y nada turístico.
Yo había leído que en esa zona había una comunidad Amish pero no pensé que los fuéramos a ver. Supuse que estarían en sus granjas y no se mezclarían mucho con el resto de la gente, pero me equivoqué. Poco antes de llegar a nuestra casa nos cruzamos con un carro de Amish y al día siguiente los vimos también en Walmart (¿eso no es hacer trampas?) y en la cooperativa del pueblo. Resulta muy curioso ver el carro perfectamente aparcado entre los coches como si fuera uno más.
Al final eran ya más de las 8 cuando llegamos a Nature Nooks Retreat, donde habíamos alquilado una pequeña cabaña a orillas de un río.
¿Sabes esas veces que llegas a un sitio y te das cuenta de que has acertado de pleno, y es exactamente lo que querías? Pues eso me pasó allí. ¡Qué maravilla de sitio!
La cabaña está construida como si fuera un granero y hecha con madera recuperada. En el piso de arriba hay dos dormitorios, y en el de abajo están la cocina, el salón y el baño.
La escalera interior es como de barco (muy, muy empinada) pero Daniel tiene 4 años y subía y bajaba sin problema. En cualquier caso hay otra escalera por fuera, fundamental para subir las maletas, especialmente si vas con un maletón gigante para tres semanas.
En el exterior hay una terraza con tumbonas y una barbacoa. La cabaña no sólo es preciosa sino que encima no le falta de nada. Está equipadísima y todo es ecológico, desde los productos de limpieza hasta el sistema de ventilación.
En Nature Nooks tienen kayacs y todo tipo de flotadores y chalecos disponibles para poder disfrutar del río, y también hay un estanque en el que se puede remar y donde los niños pudieron bañarse. Nosotros no es que seamos precisamente expertos en eso de remar, pero nos lo pasamos genial sorteando los "rápidos" del río, y paseando tranquilamente por el estanque.
¿Qué hacer en el Driftless?
La zona del Driftless es perfecta para hacer actividades al aire libre: bici de montaña, caminatas, excursiones, kayac o canoa, y también para pescar. Nosotros nos compramos una caña por hacer el paripé, pero por supuesto no pescamos nada, y además tuvimos que ponerle esparadrapo al anzuelo para no acabar como en "Algo pasa con Mary".
El paisaje del Driftless es ondulante, lleno de colinas y ríos, y muy distinto de las grandes planicies que se encuentran en todo el Medio Oeste, debido a que esa zona no fue tocada por los glaciares.
El río más importante es el Kickapoo, que en idioma de los indios nativos significa algo así como "el que va para allá, y luego para acá", un nombre que le viene al pelo por el recorrido tan sinuoso que hace. (Para que te hagas una idea, el nacimiento del río está a sólo 97 kilómetros de la desembocadura, y sin embargo recorre 210 kilómetros entre ambos puntos.)
El Kickapoo Valley Reserve está dedicado a la conservación del río y el valle que lo rodea. Desde el centro de visitantes salen varias rutas de distintas longitudes. También hay una pequeña exposición interactiva sobre la fauna del valle, el ecosistema y los indios que habitaron la zona. El río es de aguas tranquilas y perfecto para recorrerlo en canoa o kayac.
Pero el Driftless no es sólo eso.
Yo iba pensando que nuestra estancia en la zona iba a ser muy "rústica", pero lo cierto es que no fue así en absoluto porque Viroqua, la ciudad más cercana, resulta que no es para nada el pueblecito insulso con el que esperaba encontrarme.
El primer indicio lo encontramos la noche que llegamos.
Como era tarde para ir a un restaurante, decidimos comprar cualquier cosa en el súper de la gasolinera y cenar en casa. Cuando entramos yo no daba crédito: montones de productos frescos y orgánicos, bollos de pastelería de verdad (nada industrial), una decoración muy cuidada con estanterías de madera y buena iluminación, todo tipo de cervezas artesanales, zumos naturales y refrescos originales. ¡Pero si ese supermercado no tenía nada que envidiarle a Sánchez Romero! ¡Y era el de la gasolinera!
Y es que en Viroqua lo de la buena alimentación se lo toman muy en serio. La ciudad se encuentra en medio de una de las zonas con mayor concentración de granjas orgánicas y ecológicas de todo Estados Unidos, y eso se nota en sus tiendas y restaurantes.
La ciudad es muy pequeñita, pero tiene de todo. Hay un Walmart enorme, pero también un montón de tiendas especializadas y pequeños negocios que no desentonarían en Brooklyn o Portland, y que yo no me esperaba encontrar en un pueblo perdido en mitad del Medio Oeste, la verdad.
El mejor ejemplo es el Driftless Café, el restaurante que está consiguiendo poner a Viroqua en el mapa, especialmente ahora que su chef ha ganado un importante premio gastronómico y viene gente de todas partes sólo para comer aquí.
En el Driftless Café la comida va literalmente "de la granja a la mesa", usan solo proveedores locales, y el menú cambia diariamente en función de los productos disponibles. Nosotros fuimos dos veces, una a comer y otra a cenar (el menú de la cena es mucho más completo y elaborado), y si nos hubiéramos quedado más tiempo habríamos vuelto seguro.
Pero lo de la comida orgánica y sostenible no se limita a los restaurantes. La cooperativa local, Viroqua Food Coop, que agrupa a más de 3.600 miembros (lo que no está nada mal, teniendo en cuenta que la población total no llega a 4.500 habitantes), es uno de los centros neurálgicos de la ciudad.
Es un espacio enorme (y parece que van a ampliar las instalaciones el próximo año) y uno de esos sitios en los que entras y todo te apetece.
Además de fruta y verdura, venden productos de cosmética orgánica y biológica, zumos, carne.., y un montón de cervezas artesanales. Ya sé que me repito con esto de la cerveza, pero es que la variedad me tenía totalmente alucinada. Yo no lo sabía, pero resulta que Wisconsin es famosa por su cerveza y hay cientos de fábricas artesanales. Es una pena que no me guste porque me habría vuelto loca. Yo soy más de root beer (me encanta, y en España no la encuentro), y por suerte también tenían.
En la cooperativa venden las legumbres y cereales a granel y lo mismo te encuentras a una familia comiendo (hay un café donde se pueden tomar sopas, ensaladas y sandwiches), que a una pareja de abuelos Amish preguntando por las propiedades de no sé qué planta curativa. Nosotros compramos un par de prime ribs para hacer en casa que pagamos a precio de oro, pero que estaban espectaculares.
En medio de la calle principal, dentro de un edificio histórico, está Viroqua Public Market, una especie de cueva de Alibabá, diseñada como si fuera un mercado al aire libre, con distintas tiendas en torno a un patio central, con su fuente y todo. Hay una galería de arte, una librería, y varias tiendas de bisutería, regalos, decoración y alimentación, en un entorno muy bonito y original. Muy chulo.
La última noche la pasamos en Driftless Books and Music. El día que estuvimos en la cooperativa vimos un cartel de música en vivo en el tablón de anuncios, así que el viernes, después de nuestra segunda visita al Driftless Café, nos fuimos para allá sin saber muy bien lo que nos íbamos a encontrar.
Sin lugar a dudas fue una de las mejores experiencias de todas las vacaciones. El sitio en cuestión es una librería situada en una antigua fábrica de tabaco. Es un edificio enorme y chulísimo. Si lo hubiéramos "descubierto" antes habríamos ido también de día a curiosear un poco. El interior está completamente recubierto de libros de todo tipo, nuevos y usados, en un espacio de techos altísimos y suelos de madera vieja.
El grupo que tocaba era una banda de bluegrass (aunque no lo hayas oído nunca, es el tipo de música que te imaginas cuando ves un banjo, una mandolina y un contrabajo) y estaba subido a un pequeño escenario en medio de los libros. Me encantó la música, el entorno y, sobre todo, el ambiente. Nos lo pasamos fenomenal, y me pareció una experiencia de lo más auténtica.
Cuando voy de viaje me encanta conocer lugares de los que salgo con la sensación de haber vivido algo auténtico de verdad, y no de haber estado sólo como una turista, y el Driftless es sin duda uno de esos sitios. No podría recomendarlo más.
¿Tienes tú algún destino que te haya sorprendido de verdad? Cuéntamelo en los comentarios, me encantará leerlo.
Y si te ha gustado este artículo y conoces a alguien a quien le pueda interesar, no te olvides de compartirlo. ¡Gracias!
Divinas fotografías <3
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarHola! Me gustó tu post, está muy completo y te envuelve en el ambiente del viaje. Espero algún día también poder visitar Wisconsin. Saludos desde México!
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro de que te haya gustado. Un saludo
EliminarMe encantó el post, muy bonitas fotografias, gran viaje.
ResponderEliminarGracias.
EliminarMuy buenas tus fotos y me encanta que compartes lo lindo que es viajar con niños.
ResponderEliminarMuchas gracias, Priscila. La verdad es que sí que me gusta mucho viajar con los niños, y por suerte ellos han salido muy viajeros. Un abrazo
EliminarQue lugar más bonito y curioso. Las fotos son preciosas. Que envidia ¡¡sana!! de conocer lugares tan especiales!
ResponderEliminarMuchas gracias y un abrazo
EliminarHola virginia (Berenjena) :) yo tengo una hija que tiene 4 años a dia de hoy y me muero de ganas de salir a ver el mundo con ella. A veces busco blogs en internet sobre viajes con niños pero algunos resultan muy publicitarios. Le falta autentitidad y datos prácticos, y eso es lo que veo en tu post y en tu blog en general. Me ha encantado, gracias!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias, Laura! No sabes la ilusión que me hace que me digas esto. Por mi parte sólo te puedo animar a que salgas de viaje con tu hija en cuanto tengas ocasión. Es una oportunidad y un regalo descubrir el mundo a través de los ojos de nuestros hijos (aunque a veces hay que armarse de paciencia, desde luego...) Y además no hace falta que sea muy lejos; seguro que hay alguna escapada que puedes hacer que no requiera ni mucha logística ni mucho desembolso. Un beso y muchas gracias de nuevo por tu comentario.
EliminarPues mira, viviendo en canarias creo que la primera experiencia "vacacional" va a ser una escapada a la isla de la Graciosa! A ver que tal, al menos la isla al ser tan chica si se me escapa no habrá ido muy lejos! :)
Eliminar¡Claro que sí! ¡Ya verás qué bien! Y ya me contarás porque he estado varias veces en Lanzarote pero nunca he ido a La Graciosa, y tengo muchísimas ganas de conocerla. La próxima vez sin falta. Un beso
EliminarWow!!! Que lugar tan espectacular, me lo has antojado mil!!! Para empezar la cabaña esta de ensueño. Tendrás el link o el dato para la reserva?? Seria de mucha utilidad! Por si algún día, claro!! El valle, el pueblecito rústico, la tiendecita orgánica y esa calma y contacto con la naturaleza que transmites en tus fotos me encanto. Felicidades y saludos :)
ResponderEliminar¡Hola! Me alegro de que te haya gustado. Es verdad que es un sitio de ensueño. Tienes el link directo a la cabaña en esta misma entrada, haciendo click encima de Nature Nooks Retreat. Muchísimas gracias por tu comentario y un abrazo.
EliminarQue lugar de película! Muy lindo post, para ir avistar Wisconsin gracias por tu recomendación.
ResponderEliminarMuchas gracias y un saludo
EliminarHola! Me ha gustado mucho tu post, no he ido de viaja a Wisconsin peri a la verdad es que es lugar muy espectacular, todo esta muy bonito las fotografias que sacaste. Me imagino lo que disfrutaste todo es muy bonito me encanto. Besos
ResponderEliminar¡Hola Kenny! Muchas gracias. Sí que es verdad que disfrutamos mucho en este viaje, y me alegro de que se note a través del post. ¡Un abrazo!
EliminarAmé la naturaleza, que bellos paisajes! Gracias por este post, te lo juro que me sueño durmiendo en esa cabaña ��
ResponderEliminar¡No me extraña, porque la cabaña -y todo el entorno- era maravillosa! Un abrazo
EliminarHola guapa!
ResponderEliminarAsí que había un segundo post? Más envidia que me estás dando... No sé que casita me gusta más de las dos (te voy a dejar que organices mis próximas vacaciones, así te lo digo).
Un sitio precioso (para mí más outlets y menos parques de atracciones, pero bueno, jajaja)
XoXo
Sí, pero tranquila que no hay un tercero... Yo encantada de organizar vacaciones: me encanta estudiarme los destinos, mirar opciones, organizar itinerarios... ¡Creo que sería feliz dedicándome a algo así! Y no te preocupes, porque el tema outlets lo domino... ;D ¡Un beso!
EliminarLei tu primer post y me parecio genial y en esta segunda entrada, no hay desperdicio alguno, desde los topicos que mencionas, las fotografias y las atracciones que podemos ver al visitar. No tenia idea era un estado tan amplio.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro mucho de que éste también te haya gustado. El estado es enorme y nos limitamos a dos zonas muy concretas porque no queríamos pasar demasiadas horas en el coche con los enanos, pero nos quedamos con ganas de visitar mucho más... ¡Un saludo!
EliminarHermosas fotos, me encantó la cabaña y el pueblo, todo parece sacado de una peli, saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias. La verdad es que es un lugar precioso. Un saludo
EliminarMe ha encantado!!! Ya me gustó el primer post, pero es que ver la cAñana y los kayaks, me has terminado de consquistar! Ojalá algún día pueda ir a hacer un viaje parecido al tuyo...
ResponderEliminarY las fotos... Impresionantes!
¡Muchísimas gracias! La verdad es que cuando te encuentras con un viaje así casi de casualidad es maravilloso, y la cabaña era como para quedarse a vivir... Un abrazo
Eliminarque bonito es todo! la feria se ve como de película, y que decir de la cabaña parece sacada de cuento! las fotos son muy bonitas, el pueblo se ve adorable y tu familia muy contenta! que bonito poder desconectar de esa manera! un beso!
ResponderEliminar¡Hola! Sí que fue una desconexión total; no nos encontramos con nadie que hablara español en toda nuestra estancia en Wisconsin... Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo
EliminarOstras que chulada, me está encantando tu bitácora de este viaje. Ya te comenté que adoro EEUU y no me importaría perderme por un sitio así. La cabaña espectacular aunque menudas escaleras!! Y el pueblo genial, el que tenga de todo es fundamental. Muakss
ResponderEliminar¡Las escaleras eran tremendas pero a los niños les encantaron! Me hace mucha ilusión que te hayan gustado las entradas de este viaje. Muchas gracias y un beso
EliminarHola que lugar mas hermoso donde fuiste y quede enamorada con esa cabaña , es realmente hermosa en todos los sentidos, lo único que no me gusto fue la escalera, pero que bueno que existe otra por fuera, y que suerte ver a gente amish, siempre he visto en reportajes pero nunca en ese persona *0* , realmente fue un viaje muy lindo el que viviste !!
ResponderEliminarMuchos saludos !
¡Hola! La escalera se las traía, es verdad... ;D ¡Qué bien que te haya gustado! A mí también me hizo muchísima ilusión ver Amish porque no contaba con ello en absoluto. Un abrazo
Eliminarlas fotos brutales! menuda experiencia!! Me ha encantado la cabaña, el lago, los paseos por el bosque pero he de confesarte que la foto del parking con el caballo me ha encantado! totalmente de película!!! un besazooo
ResponderEliminar¡Hola Mavi! Sí, lo del carro en medio del parking fue total. Y eso que no tengo foto de cuando lo vimos en el de Walmart, que es como si te lo encontraras aparcado en medio del parking gigante de Ikea, como si fuera un coche más... Un beso
EliminarPor lo que veo en las fotos ha sido una experiencia fuera de lo común, me quedé sorprendida al ver el carruaje aparcado, he escuchado de las comunidades amish y me quedo alucinada por su forma de vida, Winsconsin se ve un lugar agradable para conocer es como si el tiempo se hubiese detenido en ese lugar, además me gusta que coman sano, una gran experiencia para toda la familia.
ResponderEliminarMuchas gracias, Rebeca. La verdad es que ha sido una gran sorpresa, y un viaje muy bonito para toda la familia. Un saludo
EliminarMe encanta la parte de la cabaña y toda la naturaleza que teníais alrededor las fotos son súper bonitas gracias por contarnos tú experiencia
ResponderEliminarGracias a ti por leerla. Un abrazo
EliminarYa lo pensaba con el post anterior, pero hoy lo confirmo y es que no os van los destinos típicos jeje Qué gracia ver el carro amish aparcado entre los coches. Y el concierto es lo más auténtico, bss!
ResponderEliminar¡Hola Paula! Bueno, también vamos a sitios más "normales" o típicos, pero este viaje salió así un poco de casualidad... Pero sí que fue muy auténtico. ¡Besos!
EliminarQue fotos más bonitas! Parecen sacadas de una pelicula! Me encantaria visitar er, esse lugar, es precioso! Me ha encantado las fotos de las casas, la noria y el kayak, bsss
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Me alegro de que te hayan gustado las fotos y el lugar. ¡Un abrazo!
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