A lo mejor no lo sabes, pero Madrid ya tiene su propio desierto. Se llama
Desert City y son 5000 m2 de vivero y jardín botánico especializado -sí, lo has adivinado- en cactus y plantas crasas.
Pero no te creas, porque mi última hazaña ha consistido en cargarme una euphorbia candelabrum enorme y preciosa que tenía en casa, a la que parece ser que he ahogado sin piedad. Aguantó todo el invierno sin problemas pero al irme de vacaciones me dio miedo que se quedara sin agua y la regué sin esperar a que la tierra estuviera seca del todo (mandamiento número uno del cuidado de los cactus; toma nota) y se empezó a pudrir.
Así que me fui a Desert City, no sólo para deleitarme la vista y comprar algún cactus más, sino también para ver si encontraba el Santo Grial del cuidado de las plantas (por lo menos de éstas) y algún consejo para intentar recuperar mi pobre euphorbia moribunda.
¡Qué sitio! Por poquito que te gusten los cactus, vas a disfrutar de lo lindo.